BUENOS AIRES.- Los temores del Gobierno a pocos días de las PASO se vislumbran en los despachos oficiales tanto en la Casa Rosada como en las oficinas de la Gobernación bonaerense. Es que, si bien a nivel nacional se avizora un triunfo de Cambiemos, en la provincia de Buenos Aires el escenario no se presenta nada sencillo: tanto el presidente, Mauricio Macri, como la gobernadora María Eugenia Vidal, tienen sus serias dudas sobre un hipotético triunfo en territorio bonaerense.
“Estamos en un empate técnico”, les alcanzó a decir el mandatario el jueves a los candidatos a concejales cuando los recibió en un almuerzo. La mayoría de ellos estaban preocupados: en sus distritos, donde gobierna el PJ, la situación económica no les hacía preveer buenos resultados.
“Vamos a ganar en octubre pero las PASO son una incógnita”, le dijo Vidal a la prensa.
Hoy, las inquietudes que acechan a los funcionarios pasan por dos variables. En primer lugar, la cantidad de votantes que concurran a las urnas el próximo domingo. Según los datos de 2015, el nivel de participación alcanzó el 74%. El oficialismo considera que un porcentaje menor de asistencia a los comicios será contraproducente. Ello se deduce de que, en las últimas horas, arreciaron las publicidades gubernamentales en las cuales se recuerda a los ciudadanos que el voto es “obligatorio” en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. A la vez, en los discursos de Vidal es recurrente la apelación a los ciudadanos para que sufraguen el domingo.
La segunda incertidumbre pasa por los indecisos. Una encuesta de Isonomía y otra de Giaccobbe arrojaron un 17% y un 12% respectivamente. Son guarismos capaces de inclinar la balanza en favor del macrismo, del kirchnerismo e incluso del massismo.
Estrategias
De acuerdo con los medios nacionales, en la Casa Rosada hay dos posturras. Por un lado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, trasunta optimismo respecto de la contienda. Por otra parte, los funcionarios que se animan a barajar el escenario de un eventual traspié electoral prestan atención a la distancia que pueda sacarle Cristina Fernández de Kirchner a su competidor macrista, el ex ministro de Educación Esteban Bullrich.
Según este sector, si la ex mandataria obtiene más del 35% de los sufragios (el techo que le asignan las encuestas de la Casa Rosada), la elección del domingo, aunque es una primaria, representará un duro revés para el oficialismo nacional.
Mandá tus preguntas y dudas sobre las PASO y los politólogos las reponderán en "Panorama Tucumano"
Precisamente, el kirchnerismo se ha encargado de ventilar encuestas propias según las cuales la ex mandataria conseguirá el 39% de las intenciones; y que Sergio Massa logrará otro 25%, quedando virtualmente empatado con Cambiemos.
Desde la Casa Rosada, esta semana, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, salieron a desmentir tales guarismos. Él sostuvo que el kirchnerismo logrará en el orden nacional sólo el 15% de los votos; mientras que ella aventuró que más del 50% de los argentinos apoyará el cambio encarado por el macrismo.
Interactivo: qué se vota el domingo y quiénes son todos los precandidatos para las PASO 2017
Precisamente, los principales referentes políticos y territoriales de Cambiemos han trabajado durante la semana en reforzar la estrategia de polarización que se ha desplegado desde el principio del año electoral. Esto es, apuntar a que las PASO “desinflen” a Massa, para que las elecciones generales de octubre reediten un escenario en el cual, prácticamente, las únicas opciones sean macrismo o kirchnerismo (Perfil.com, Infobae.com, elespectador.com.ar)